Daniel Belsky, de la Duke University, se está especializando en usar puntuaciones poligenéticas (PPGs) para hacer pronósticos de relevancia psicológica y sociológica.
En esta ocasión revisaremos un informe de PNAS en el que se consideraron resultados de cinco estudios longitudinales hechos en los Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda.
Figura 1. Cohortes consideradas en los análisis de movilidad social.
La pregunta a responder fue:
¿Se puede distinguir los mecanismos biológicos de la historia social a la hora de dar cuenta de determinadas diferencias psicológicas y sociológicas?
Un test bastante directo para responder esa pregunta supone averiguar si personas que varían por sus PPGs (calculadas según los genes identificados en estudios independientes en relación al fenotipo ‘nivel educativo’) cambian su nivel socioeconómico—hacia arriba (mejoran) o hacia abajo (empeoran)—con respecto al de sus familias de origen.
Considerando más de 20.000 individuos, Belsky y sus colegas pretenden averiguar si las diferencias individuales en PPGs asociadas al nivel educativo predicen la movilidad social.
Los resultados fueron consistentes con la predicción, pero el test crucial supuso comparar hermanos biológicos que habían crecido en la misma familia bajo idénticas condiciones socioeconómicas. También en este caso se observó que el hermano con mayores PPGs mejoraba su posición social, mientras que el hermano con menores PPGs empeoraba su posición social.
La conexión entre genética y clase social puede producirse al menos por tres razones:
1.- Los factores genéticos asociados al nivel educativo son una de las causas de sus logros sociales. Evidentemente, el mecanismo supone que esos factores genéticos influyen en el desarrollo de rasgos humanos relevantes para la educación (variables cognitivas o intelectuales y no-cognitivas o de personalidad), y, seguidamente, para la movilidad social.
2.- Los factores genéticos asociados al nivel educativo de los familiares del individuo son una de las causas de los logros del individuo. Es decir, determinados factores ambientales genéticamente cargados actuarían sobre las posibilidades de movilidad del individuo.
3.- La asociación es espuria. Una genética ‘favorable’ es, simplemente, un correlato más de una herencia social privilegiada.
Las conclusiones generales de esta investigación fueron las siguientes:
1.- Las PPGs se asociaron a los logros sociales: los individuos con mayores PPGs alcanzaron un mayor nivel educativo, tuvieron mejores ocupaciones y ganaron más dinero.
2.- Se apreció una correlación gen-ambiente: los individuos con mayores PPGs crecieron en mejores ambientes familiares (socioeconómicamente hablando).
3.- Las PPGs predijeron la movilidad social: independientemente del punto de partida social, los individuos con mayores PPGs mejoran su posición según nivel educativo, ocupación y bienestar económico, incluso al compararles con sus propios hermanos de menores PPGs.
Figura 2. Asociaciones de las PPGs (puntuaciones poligenéticas) con el logro social en individuos de 4 cohortes (Add Health, Dunedin, WLS y HRS) que crecieron en familias con bajo, promedio y alto SES (nivel socioeconómico). La figura ilustra tres resultados observados de modo sistemático en las distintas cohortes: (1) los individuos que crecieron en familias de alto SES propenden a presentar mayores niveles de SES, independientemente de su genética y comparativamente con iguales que crecieron en familias de menor SES; (2) las PPGs de los individuos se relacionan con sus orígenes sociales, es decir, quienes crecieron en familias de alto SES propenden a presentar mayores PPGs, comparativamente con iguales que crecieron en familias de menor SES; (3) los individuos con mayores PPGs propenden a conseguir mayores logros a través de los niveles de SES, incluyendo a quienes nacieron en familias de menor SES.
Los autores concluyen con tres mensajes esenciales derivados de su análisis:
1.- La investigación en genética molecular debe considerar la información sobre el origen social de los individuos.
2.- La investigación en las ciencias sociales debe considerar la información sobre la herencia genética de los individuos. Destilar el efecto genuino del ambiente exige controlar los probables efectos genéticos. Las influencias genéticas pueden variar a través de las culturas, las cohortes y el periodo del ciclo vital.
3.- Los análisis genéticos de la movilidad social pueden informar a los programas que pretenden cambiar los ambientes para promover el desarrollo de los individuos.
Las características personales que se asocian a los logros futuros poseen una naturaleza cognitiva y no-cognitiva (aprender a hablar y leer, planificar, demorar el refuerzo, o relacionarse con los demás).
Los programas de acción social no pueden modificar los genes de los individuos, pero sí pueden orientarse a proporcionar los recursos de los que disponen los individuos que crecen en ambientes más favorecidos. Habría que esforzarse por averiguar cuáles son, en concreto, esos recursos.
Se concluye que esta clase de investigación sociogenómica se basa en usar los diseños genéticos para identificar intervenciones ambientales novedosas que ayuden a mitigar las desventajas socioeconómicas y sus efectos futuros.
Personalmente, los resultados que me parecen más reveladores son los que comparan hermanos. Al mirarse con calma la evidencia, se aprecia que los valores de predicción son relativamente endebles (entre 0.07 y 0.15) y bastante menos llamativos que para los grupos completos.
Figura 3. Estimaciones del tamaño del efecto (b) de la diferencia que separa a los hermanos según la asociación de las PPGs (puntuaciones poligenéticas) con el logro social y la movilidad en tres cohortes (E-Risk, Add Health y WLS). La barra gris corresponde a los hermanos en general, mientras que la azul corresponde a su diferencia.
Por otro lado, los valores de predicción basados en las PPGs de los individuos se atenúan cuando se considera el nivel educativo de sus progenitores. Por ejemplo, en el E-Risk pasa de 0.27 a 0.16, en el Add Health de 0.28 a 0.22, en el Dunedin de 0.26 a 0.11, y en el WLS de 0.16 a 0.13.
La meta de la sociogenómica es loable. No cabe duda.
Recuerda al objetivo de encontrar modos de implantar fenocopias que contribuyan a mejorar la salud de los individuos desde la epidemiología diferencial. Una vez se sepa qué sucede espontáneamente en los ambientes más favorecedores, quizá pueda diseñarse programas sociales que emulen la coyuntura más favorable.
Sin embargo, hay un ‘pero’ asociado a lo que sucede en la educación. Los programas de mejora funcionan. Las pruebas son contundentes. Sin embargo, se produce un desvanecimiento progresivo una vez se da por finalizado el programa.
La manzana no se aleja demasiado al caer del árbol.
Salvo que alguien la desplace a otro lugar proactivamente y se mantenga vigilante para que la pendiente no devuelva el fruto a su origen.
Es un reto magnífico que debe mirarse de frente y con seriedad, evitando posturas ingenuas o triunfalistas.
Constatar un fenómeno y describirlo con precisión no garantiza que las actuaciones dirigidas a modificarlo sean eficientes a largo plazo.
Hola! Yo debo ser un poco raro, porque a mi los exitos sociales me influyen, pero bien poco, quizas por introvertido?
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